Por fin.
Aleluya.
Alabado sea el Señor.
Al final he salido en BTT con Vicente, y he podido disfrutar del pedaleo.
De las flores del camino.
De los animales del rio.
De los olores del entorno.
De una conversación distendida.
De un pulso contenido.
De la alegría de vivir.
Por fin Vicente me ha dejado relajarme.
Por fin Vicente me ha sacado a pasear.
Por fin Vicente se ha contenido, frenando sus impulsos más básicos.
Hemos dejado la sangre para otro día.
Hemos guardado en el cajón del olvido los aperos de guerra.
Hemos salido a cuerpo desnudo, sin armas, sin escudos, sin yelmos.
No he llegado a mi castillo sangrando.
No he regresado a mi aldea llorando.
No he retornado a mi Comarca jadeando.
No he vuelto al hogar destrozado.
Aleluya.
Aleluya.
Alabado sea el Señor.
La ruta y el perfil...
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De tranquis.
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