Lo teníamos ante nuestras narices justo al lado de las ruinas de Puigventós, pero no se por que extrañas fuerzas oscuras, no podíamos verlo. Hasta que hoy, una mañana bañada por la luz del gran astro, vi a un guerrero desprovisto de montura pero acompañado de un feo can, que después de saludarme como corresponde cuando te cruzas con un espartano, se introdujo como si nada por ese sendero que siempre ha estado ahí, y desapareció en las tinieblas. Así que armado de valor decidí enfrentarme a ese camino misterioso. Y...INCREÍBLE, una trialera digna de pasar a nuetros dominios. Se podría decir que es una mezcla entre la Trialera de la Muerte y el Bosque Encantado. Así que la llamaremos la Trialera Mágica. Una trialera que discurre rodeada de una profunda vegetación y que serpentea llegando a plantearte serios problemas. No se si será que le he cogido miedo por mi lesión en el costillar pero no pude con ella en todos los tramos. Pero esto no quedará así. Y por si fuera poco decidí rematar la salida por el Bosque Encantado el cual ha sido limpiado por los duendecillos y ya no hay tanta vegetación molesta.
Y al final el abismo.
