Por fin coincidimos de nuevo los 2 jinetes nocturnos.
ültimamente parece que es todo un acontecimiento el día que coincidimos para salir.
Vicente, a sabiendas de mi escaso estado de forma de los últimos 2 meses, me permite, una vez más, llevar yo el rumbo y la delantera.
Como tampoco quiero defraudarle en exceso, le regalo una Pastora, que sé que le gusta.
El frio y la humedad han llegado ya para instalarse en Esparta.
Salimos con la luz encendida desde el primer minuto y además de largo.
Pero en la Pastora, nos comienza a chispear, aunque de forma muy dispersa, sin llegar a mojar.
La ascensión es continua y el ritmo lo marca Mosquito.
Aunque Vicente es capaz de saltar como un cometa y dejarme tirado, esta vez, como en las últimas salidas, se muerde el labio y aguanta estoicamente junto a su amigo desvalido.
Todo un detalle que lo honra y demuestra que está madurando.
La bajada, partiendo de 6ºC en la Pastora se preveía fresca, como lo fue.
Pero no pasamos calvario en ningún momento y gozamos de una nueva gesta a la luz de nuestras antorchas.



1 Reacciones:
Siempre en nuestro corazón.
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