
Teníamos pensado hacer una ruta sencillita los espartanos Mosqui, Isa y Truji; y disfrutar de los mejores recuerdos de estos tres años de batallas, conquistas y alianzas alrededor de las ascuas de una barbacoa digna de dioses. Pero algo trastocó nuestros planes en cuanto el hijo del viento (Estarqui) decidió unirse a nuestra aventura. Por motivos algo sospechosos, Mosquito dijo que no podía asistir. Así que nos dejamos llevar por la estela de Estarqui que como nos tiene acostumbrados nos exprimió al máximo, aunque Isaias aguantó muy bien el ritmo. Incluso cuando Truji se quedaba atrás y no les veía, los otros dos se iban acariciando sus suaves y depiladas piernas espartanas dejando a relucir lo que todos sospechábamos hacía tiempo (¿será posible?). Subimos hasta el Ordal pasando por la bola de mundo. Suerte que por las prisas tuvimos que recortar la ruta sinó quien sabe si estaríais leyendo esto ahora mismo.