Más me valdría haberme quedado en casa

Hoy después de varios días sin salir, Truji se ha atrevido a desafiar el calor. Después de los Senderos de Gloria, donde Truji casi desfalleció por culpa del calor, tenía pensado tomarse la semana de relax ya que el calor continuaba arreando. Y hoy por fin ha decidido hacer una salidita suave. Con su gps, y una rutilla cedida por los Senglars, ha emprendido su camino hacia las tierras de Collbató, al Turó de l'Avellana. Los caminos ardían, puesto que a las 10 de la mañana ya estábamos a 30ºC, y los pocos guerreros que se veían iban retornando a sus moradas. Pero Truji siguió en su empeño. Entonces llegando a Collbató, fue cuando empezó su mala suerte. ¿O será algún mal de ojo de algún Comandillo u otro guerrero que se quiere vengar del domingo pasado?. Y es que ya era la tercera vez consequitiva que pinchaba la pezuña trasera. Esta vez se dispuso a desmontar la cubierta por completo dándole la vuelta para comprobar si tenía algún pincho enganchado. Pero...GRAN ERROR. NUNCA LE DEIS LA VUELTA A UNA CUBIERTA CON ARO. Pues la susodicha se me quedó deformada y me costó lo que no está escrito volverla a poner en su sitio. Después para colmo la bomba no me duncionaba bien y tuve que ir con la rueda floja hasta la armería de Santi, donde me encontré con el amigo Collote Cenizo que me prestó su bomba. Y así concluí la jornada, con más pena que gloria, volviendo a Olesa por el aeri.