La primera noticia es que no me he caído ni una sola vez. Truji se disponía a visitar el Maestro Herrero Santi de la Alta Esparagaira. Para ello emprendió camino por las Roques Blaves, donde pudo comprobar la debastación que causó la ira de los Dioses hace unos lustros. Enseguida se dio cuenta de que algo estaba pasando. En esos caminos solitarios Truji y su montura llegaron a una sintonía absoluta y ya el camino parecía bajada, y pudo decir bien alto BLUE POWER (o como dirían lo galos: un pouvoir bleu). Al llegar a Esparagaira se dirigí a la fragua del maestro herrero, donde me dio unos recoques al corcel y me lo dejó apuntito para las siguientes batallas. De vuelta hice un pequeño rodeo por caminitos que recordaba de cuando todavía no era un Hoplita e iba con mi BH California dando saltitos. Por último bajé por el camino del Aeri, llegando a casa como si fuera un paseito.
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jueves, 19 de febrero de 2009
CUANDO TRUJI Y SU CORCEL SE CONVIRTIERON EN UNO
La primera noticia es que no me he caído ni una sola vez. Truji se disponía a visitar el Maestro Herrero Santi de la Alta Esparagaira. Para ello emprendió camino por las Roques Blaves, donde pudo comprobar la debastación que causó la ira de los Dioses hace unos lustros. Enseguida se dio cuenta de que algo estaba pasando. En esos caminos solitarios Truji y su montura llegaron a una sintonía absoluta y ya el camino parecía bajada, y pudo decir bien alto BLUE POWER (o como dirían lo galos: un pouvoir bleu). Al llegar a Esparagaira se dirigí a la fragua del maestro herrero, donde me dio unos recoques al corcel y me lo dejó apuntito para las siguientes batallas. De vuelta hice un pequeño rodeo por caminitos que recordaba de cuando todavía no era un Hoplita e iba con mi BH California dando saltitos. Por último bajé por el camino del Aeri, llegando a casa como si fuera un paseito.
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