Esta ha sido mi mala experiencia desde que me compré mi Lapierre epic fail. O sea mi Lapierre X Control 210. Pero esta queja va destinada a la marca en si, no solo a mi bicicleta:
Al poco tiempo de tenerla, en 2008, se me rompió una pieza del basculante, eso sin darle mucho trote. Esta vez me la cambiaron sin problemas y parecía que Lapierre era una marca seria. Pero este año volví a partir el basculante, esta vez por el tubo y entonces ya empecé a preocuparme, aunque confíaba en que solo fuera mala suerte. Entonces empiezas a oir que las Lapierre suelen fallar de ahí y ya comienzas a pensar mal. Como todavía estaba en garantía, parecía que se solucionaría sin problemas. A partir de aquí es donde Lapierre demuestra la poca profesionalidad que tiene. Primero parecía que se portaban muy bien ya que me dejaron un basculante de repuesto mientras esperaba a que me trajeran el mío. Pero claro, lo que yo no sabía es que iban a tardar medio año en traérmelo. Para colmo, éste me lo traen sin pegatinas, y sin la pestaña que sirve de guía para saber si llevas bien ajustada la suspensión según tu peso. Y además el mecánico que la ha montado ha tenido que rebajar un poco el aluminio de una zona, ya que no encajaba del todo bien. Y por si fuera poco, resulta que el basculante que me dejaron durante medio año, estaba partido, según parece por mi mismo, por tres lugares distintos. ¿Pero que clase de basculantes fabrica Lapierre?.
En resumen, Lapierre, cuyas bicicletas de montaña siempre me han gustado mucho de diseño, me ha demostrado que es una empresa muy poco profesional y unos chapuceros. Y a todos vosotros pongo por testigos que nunca más volveré a comprarme una.