Pues sí. Si mis compañeros de sudores, tuvieron un encuentro nocturno con una espléndida lechuza malhumorada, fue sin duda porque en mi escaramuza matutina, debido al portentoso trotar de mi jamelgo, la desperté estando posada en un frondoso árbol que había junto al camino. Y es que mi ruta ha sido la mar de singular. He subido hasta Collbató haciendo una ruta algo alternativa e intentando investigar por la zona alta cercana al Eada, aunque finalmente solo puedo destacar este incidente pajaril. Aprovecho para dejaros constancia con las dos fotos superiores, del contraste de nuestra tierra; tierra de guerreros. En la superior podemos ver Rivendel, al norte; en la inferior vemos las praderas de Hobiton, al oeste.
jueves, 24 de enero de 2013
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5 Reacciones:
cidado con estos bichos que gastan una mala leche.
un abrazo truji.
Bravísimo jinete que cabalga solitario en pos de la verdad. Sin duda Truji, tu valía y honor son incuestionables. El salir en solitario mañana tras mañana sin más compañía que tu bravo corcel, hacen de ti un emblema de Esparta.
Que bonito sni snif
Bonita es la realidad que nos muestras día a día, desnuda, sin tapujos...
Jajaja, menudo bicharraco; y que conste que no lo digo por la lechuza; al final casi te vas a convertir en un ermitaño de tanto salir solo, Truji.
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