Parece que mi fiel escudero Vicente, el de la espada caliente, recupera día a día el Flow.
Y no sé si eso es bueno o malo, porque después es cuando me toca llorar.
El caso es que poco a poco va recuperando las sensaciones que dejó aparcadas durante un tiempo.
Se va notando cada día mejor, y eso se ve en el transcurso de la ruta.
Hemos elegido una ruta comarcal, y menos mal, porque los Mosos han pasado a todos los ciclistas que salían del Papiol, avisando de esta normativa.
No obstante estaban por la labor de indicar más que sancionar, puesto que a unos pretorianos de Rubí, los podían haber empapelado, pero se ha quedado todo en un suave consejo para que encuentren la senda de su Comarca.
Por suerte, los Platicos, dueños de toda la Comarca, hemos cumplido como se espera de nosotros.
Somos un ejemplo a seguir para niños y adolescentes, no como otros reductos de primitivas tribus que deambulan por la Región.
Temperaturas bajas pero agradables nos han acompañado en la jornada.
Hemos podido observar el principio de la caída del Imperio BICIA2.
Se han roto todas sus leyes y los hemos encontrado patrullando cada uno por un frente distinto, sin unión, sin camaredería.
Que orror, mientras Daniel azuzaba a su flaca junto a otros 2 arapientos, los galaicos Brothers patrullaban el Rio en busca de Pulpo da Feira.
Ya veremos si estos acontecimientos no acaban en divorcio prematuro.
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Buena salida.
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