Cuando bajé a la arena y vi a mis escuderos agachados.
Vi que no estaban defecando.
Ví que no estaban buscando nada.
Comprobé que estaban intentando hacer un apaño al freno trasero de Vicente.
Algo le sucedió que le estaba bloqueando la rueda.
Por suerte para mí, no consiguieron dejar el tema listo para la batalla al 100%.
Así que teníamos a un escudero con un caballo maltrecho.
La cosa pintaba bien.
Hoy debería ser un día de relax.
Un día de paseo en corcel sin apretones, sin arreones.
El Rey se mostraba feliz y animado ante las expectativas.
Y más aún cuando preguntaba a Vicente sobre el estado de su potro y éste le respondía enfadado por la situación.
Todo salía a pedir de boca.
Pues no.
No podía ser de otra forma.
Al final, el Rey se comió una mierda con flecos.
Y todo porque el escudero Vicente decidió sacar partido de la lesión de su corcel.
¿Cómo?.
Pues entrenando el doble de fuerte.
Va el tio y se le ocurre que así hará un entreno más exigente.
Así que se lía a tirar como un animal, y se acabó lo bueno.
Mosquito pasó de ver las cosas de color de rosa a verlas de color negro.
Y de aquí a nuestra Esparta querida, ya no hubo respiro.
En fin, llegan las vacaciones, eso es lo positivo.
No veré a este par un tiempo.
La ruta y el perfil...
1 Reacciones:
Menudo par de salvajes.
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