domingo, 10 de julio de 2022

UN TUBO SIN PISAR EL TUBO…



 DATOS TÉCNICOS SALIDA

Salida de 52,71Km
Tiempo Real pedaleando 3h 09min 39seg
Tiempo Total salida 5h 28min 59seg
Velocidad Media 16,70Km/h
Velocidad Máxima 53,80Km/h
Calorías (Mosquito)  1.324Kcal
Desnivel Positivo Acumulado 930m
Temperatura Media 27,6ºC
IBP 71 BYC
Ruta Olesa-Abrera-Beguda Alta-Masquefa-Hostalets Pierola-Can Aguilera-Eada-Bruc-Collbató-sendero de la Culebra-Can Vinyals-Olesa...
Paradas Para almorzar, ver avería Manuel y despedirnos...
Valientes guerreros Corsarios (Charlitán y Manuel), Vicente y Mosquito...

 

 

Ante el aviso tremendista de las altas temperaturas.

Ante el miedo al achicharramiento en el transcurso de la etapa.

Ante el riesgo llegar a la deshidratación.

Hoy partimos temprano.

Un ejército de 2 hombres.

Los únicos y verdaderos hombres que aún pueblan estas tierras hostiles.

La idea era hacer un tubo versión Corsaria, que no es otra cosa que un tubo sin parar por éste.

Y todo iba sobre lo planeado.

La temperatura matutina era perfecta.

Los caminos estaban en perfecto estado de revista.

Lo único que no estaba como se esperaría de él, es el estado físico del Rey.

Un Rey en horas bajas que está sufriendo en las últimas batallas que ha tenido junto a Vicente.

Un Vicente pletórico que avanza sin compasión, sin mirar atrás.

Haciendo jadear a su Rey como si un perro apaleado se tratara.

Mosquito seguía a duras penas el ritmo de Vicente, que cada día es mayor.

Cada nueva pedalada es para meter tierra de por medio con Mosquito.

En la cantina de las Porretas Visiosas tampoco triunfamos mucho.

Aquí nos encontramos con los Corsarios, Chalitán y Manuel.

Accedemos con elegancia a compartir nuestra real mesa con ellos.

Pero el espectáculo al que asistimos en este instante no es digno de narrar en este Blog de prestigio internacional.

A pesar de ello, lo voy a narrar.

Entre que piden los ágapes y viandas, y se los acaban trayendo, pasan unos 45 minutos.

Entre lo que pidieron y lo que les trajeron, no hay comparación posible.

Ante el desencanto de los Corsarios y las propuestas de las Porretas Viciosas, el silencio se hace palpable.

Finalmente, los Corsarios deciden comerse lo que las Porretas Viciosas les traen, dejando su espada enfundada para otra ocasión y tragándose su orgullo.

Pagamos.

Pagamos lo que nos rota y nos marchamos.

Menudo antro.

Decidimos proseguir unidos, pero Manuel no estaba por la labor.

A los pocos metros de zarpar en conjunción Corsaria-Platica, su jamelgo sufre una lesión terrible que le impide continuar.

Por suerte, su camarada Charlitán, el de la mirada de hielo, decide acompañarlo hasta el final y no abandonarlo.

En realidad iba a dejarlo como quien se propone dejar de fumar.

Pero las sabias palabras del Rey de Esparta lo encauzan por la senda del Honor.

Básicamente le ordené ayudar a su jefe de pelotón y no abandonarlo en el campo de batalla.

Y Charlitán sólo pudo asentir con la cabeza y ayudar a su camarada.

Vicente y yo continuamos nuestro camino, hasta concluir la misión.


 

 



 


La ruta y el perfil...