Salida con mi amigo Vicente por las Tierras de Oriente.
En busca de las sombras perpetuas, huímos del astro Rey Sol.
En la Puda nos llega a tocar un poco, pero será lo último que haga en su existencia.
Ritmo tranquilo para ir sumando kilómetros y cogiendo el ritmo.
Sin duda un ritmo que le permite a uno llegar a cualquier lugar sin preocupación.
De camino a su Castillo, apretón final de Vicente, que coge desprevenido a Mosquito.
A pesar de intentar cogerlo en las rampas de Ribes Blaves, faltaron unos metros para conseguirlo.
En la Morada de Vicente, nos tomamos unos brevajes mágicos.
Con la Torrota de Vacarises al fondo y sobre el casco de Vicente...
La ruta y el perfil...
1 Reacciones:
Buena salida.
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