Salíamos con la incertidumbre de que podríamos hacer hoy.
Vicente estaba algo maltrecho de una batalla del pasado que le generaba dolores.
Los BICIA2 nos invitaban a salir con ellos por el Norte.
De hecho acompañamos a estos bárbaros y a Darío de los Porrón Team, hasta el Plà del Fideuer.
Allí nos separamos, porque decidimos no acometer su ruta, a priori algo más exigente que la nuestra.
Pero resultó ser que nuestra ruta se convertiría en algo alucinante.
Desde hacía mucho no disfrutábamos tanto a lomos de nuestros rocines.
Una ruta made in Dioni que nos metió por senderos y trialeras jamás vistas.
Durante horas gozamos como nunca de esta aventura.
Almorzando hasta nos dimos cuenta de que hacía fresco.
Incluso los Dolores de Vicente pasaron a segundo plano.
Las babas que bajaban por la comisura de nuestras bocas pasaron a primer plano.
Nos quedamos sin palabras al culminar la etapa.
Esperamos repetirla en muchas ocasiones para seguir gozándola.
MTB auténtico, el que te deja con un sabor de boca inigualable...
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Flipante...
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