Hoy Esparta está de suerte.
Su Rey Mosquito ha vuelto a nacer.
Sin compañero de viaje en el día de hoy, decidió emprender una ruta casi olvidada.
Subir por la Riera del Morral dirección Ullastrell.
Todo iba de acuerdo a los planes iniciales.
En el rio, el corcel de Mosquito cogió una gran cantidad de barro que podría lastrarlo.
Ya de subida hacia Ullastrell, casi en el final del sendero, comienzan a caer unas gruesas gotas.
En principio nada hacía pensar que el fin de los días se aproximaba.
De repente, el suelo aparece ante mí húmedo, muy húmedo.
La lluvia se hace algo más contundente.
En ese momento Mosquito decide parar a ponerse el corta vientos como medida de protección.
Ya casi en la carretera de asfalto camino de Santa María de Villalba, una suave granizada hace acto de presencia.
La lluvia empieza a ser más contundente.
En este momento Mosquito se da cuenta de que se haya en el epicentro de la tormenta.
No hay salida alguna, unas nubes negras lo rodean por todos lados.
Decide continuar sin mirar atrás.
El granizo se intensifica, como la lluvia y el viento.
Torrentes de agua cruzan e inundan la carretera, pero hay que seguir.
Algún rayo cae muy cercano, tanto que casi logra ver el árbol en el que impacta.
Finalmente consigue llegar a Esparta y a su castillo.
Su vida está a salvo.
Esparta se libra de la muerte precipitada de su Rey.
El epicentro de la tormenta justo por donde transcurría la ruta...
1 Reacciones:
Cuando cae la de Dios y tú estás en medio...
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